¿Qué? ¿Es eso posible? ¿Realmente se puede disfrutar de la boda libre de estrés? ¡Sí! Todo es cuestión de organización, enfoque, y actitud.

Tu boda será uno de los eventos más importantes y trascendentales de tu vida, no por la magnitud de la fiesta ni por todos los detalles que saldrán a la perfección, sino por lo que significa: estás uniendo tu vida con la de la persona que amas. Este debe ser el enfoque principal de tu día. Con esto en mente es mucho más fácil enfrentar los retos del día con una actitud positiva y sin perder la calma. Aquí algunos consejitos que te ayudarán a disfrutar de tu día plenamente y con un mínimo de estrés.

1. Planea que todo esté listo una semana antes de la boda.

¡Sí! Ya sea que tú te estés encargando de planear tu boda, o que te hayas apoyado con un coordinador de eventos o una experta en bodas , quieres que para el día de la boda todo esté en su lugar. Esto significa que todas las decisiones importantes ya hayan sido tomadas, todos los detalles ya hayan sido finalizados, y que todo lo que necesitarás está listo y a la mano. Es decir, quieres que cada pieza del rompecabezas de tu boda en su lugar y listo para conectar. Una semana antes, y ya con todo finalizado prepara un compendio que enliste los proveedores de servicio de tu boda con nombres, datos de contacto, y servicios contratados con cada quien. No tiene que ser muy elaborado pero si completo. Esto te facilitará delegar cuando llegue el momento… y si alguien tuviese dudas o si hay algo que aclarar sólo necesitas sacar la lista y ¡ya!

2. El día de la boda delega y permite que otros te ayuden.

Cuando estás planeando un evento tan importante para ti como lo será tu boda es fácil caer en la creencia de que si no lo haces tú no se hará. En parte tienes razón, porque ¿quién tiene mayor interés que tú en que todo salga bien? Pero este tipo de actitud dificultará que puedas disfrutar de tu día. Además no es del todo correcta porque seguramente tus familiares y amigos quieren verte feliz en este día y si algo es importante para ti es probable que sea importante para ellos también. Así que prepárate a delegar. ¡Sí! Lo leíste bien. Delega con inteligencia a las personas correctas y proporcionales las herramientas que necesitarán para ayudarte. Deja que tu cortejo nupcial desempeñe sus funciones y permite que te ayuden con los detallitos que puedan surgir durante el día. Ellos estarán felices de ayudarte y también de ver como tú disfrutas de tu día plenamente y sin preocupaciones.

Importante: Una vez que delegues una responsabilidad o actividad a alguien déjalo ir. Si has dado esta responsabilidad a otra persona es porque confías en ella. No se vale estar preocupada y supervisando. Si delegas delega en pleno. Si sientes que no puedes delegar tareas a familiares o amigos entonces considera contratar un coordinador de bodas aún si sólo es para el día de la boda.

3. Programa las actividades pre-boda con bastante tiempo de sobra.

Peinado, maquillaje, transportación al lugar, fotografías…prográmalo todo con anticipación, sé generosa con el tiempo, y sigue el programa del día. Si has seguido los primeros dos consejos podrás dedicar las horas antes de la boda a prepararte , en pleno sentido de la palabra, a disfrutar tu boda. Aparta tiempo sobrado y suficiente para todas las actividades de preparación que vayas a llevar a cabo. Se generosa con los tiempos pues pueden haber imprevistos y si tienes tiempo de sobra entonces será más fácil conservar la calma y adaptarte a los acontecimientos del día.

4. Consiéntete y cuida de ti.

El día de la boda querrás dejar de lado las minucias y detalles del día y enfocarte en tu bienestar. Si tú estás bien, todo estará bien. Lleva a cabo alguna actividad que te relaje y equilibre como hacer tu rutina de ejercicio usual, meditar, hacer yoga, o simplemente tomar un baño de burbujas. Dedica este tiempo 100% para ti sin interrupciones. Date permiso de disfrutar de la anticipación del día y de todos los sentimientos que esta experiencia trae consigo.

5. Mantén el enfoque en lo importante.

El objetivo de este día es: celebrar el amor que tú y tu pareja sienten el uno por el otro. La ceremonia, la recepción, el banquete, las flores, la decoración, los recuerditos, son todos para ayudarte a compartir esta dicha con familiares y amigos. Recuerda siempre que encontrar a alguien con quien compartir tu vida es ya un maravilloso regalo. Celebrar tu boda, sea cual sea la dimensión del evento, es la forma en que tú y tu pareja comparte este regalo con los demás. Que este sea tu enfoque en el mero día y verás cómo podrás apreciar más todos los aspectos de tu boda.

6. Disfruta y se flexible.

Antes del día de tu boda preocúpate por todos los detalles, da tu mejor esfuerzo en que todo salga como lo deseas en tu boda, se concienzuda a la hora de contratar al fotógrafo , florista , y demás proveedores de servicio. Haz hasta lo imposible por asegurarte que todo salga a la perfección, cuida todos los detalles, y no escatimes en atención y organización. Mientras más organizada y cuidadosa con los detalles hayas sido más fácil será dejar que el día fluya con naturalidad. Deja que las cosas tomen su curso. Tal vez todo salga perfecto, tal vez alguna cosa no salga justo como los planeaste. ¿Sabes qué? No importa. El objetivo el día de tu boda será disfrutar del día y vivir al máximo esta celebración única e irrepetible.

Antes de la boda organiza todo con cuidado, el día de la boda enfócate en lo importante, y mantén una actitud positiva. ¡Vive cada instante de la celebración plenamente! Verás que al final del día lo que más atesorarás serán los recuerdos de haber compartido el amor tan maravilloso entre tu pareja y tú con familiares y amigos. Todo lo demás es, como dicen por ahí, merengue en el pastel.